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Texto para la prueba. Comunicación Humana

Comunicación Humana


1. El origen del lenguaje verbal y gestual

1.1 El lenguaje verbal:

Cómo y cuándo apareció el lenguaje verbal es, hasta ahora, un enigma. Pero sabemos que el lenguaje se inició con el ser humano. Así, parece lógico pensar que un desarrollo cerebral – al que se llega como resultado de una prologada evolución en transformaciones biológicas profundas – y convergentes, un desarrollo de la vida social son los supuestos de la creación de lenguaje; en ellos están las condiciones para la elaboración, almacenamiento y uso de los signos.

1.2 El Lenguaje Gestual (No Verbal)

La comunicación verbal, que utilizamos normalmente las personas, se acompaña con gestos, movimientos de las manos y de la cabeza, etc. Esos gestos complementan lo que decimos: cabeceamos para decir que sí o que no, separamos las manos con los dedos índice hacia arriba para señalar una medida de longitud, colocamos ese mismo dedo sobre la punta de la nariz para indicar que algo no nos huele bien, o sobre la sien, haciéndola girar, para dar a entender que alguien “le falla”. Es la comunicación gestual o “no verbal” la que cobra especial relevancia en el aula, cuando nuestros alumnos muestran una actitud, desinteresada y desmotivada, a través de bostezos, miradas perdidas, posición en su silla, etc.; al revés de aquellos cuya mirada sigue al profesor y a los apuntes de éste en la pizarra; que intentan levantar su mano para intervenir, etc.

1.3 Algunas Teorías:

- Ha estudiosos que piensan que en la onomatopeya está el germen del lenguaje y de todas las leguas, que empezarían siendo sonidos imitados de la realidad.

- Otras teorías han planteado que el origen del hombre se encuentra en la interjección, es decir, el sonido apenas articulado comparado con los demás sonidos animales. Según esta teoría, lo primordial sería la expresión de emociones.

- También se ha sostenido que es primer momento del lenguaje puede estar en gestos fónicos (sonoros) tales como la “la llamada”. Lo básico sería, pues, la apelación, la necesidad de enviar peticiones, órdenes y deseos, de manera indiferenciadas primero, para distinguir después los sonidos unos de otros y, paulatinamente, convertirse en signos propiamente tales.

Todas estas teorías son inverificables.


2 La Situación Comunicativa

Cuando nos enfrentamos a nuestro idioma, sea en forma oral o escrita, existe una contexto en el cual opera dicha comunicación, una situación determinada que rodea el acto de intercambio de información. Esto es la situación comunicativa: el registro o sea, la forma de hablar o de escribir, será más o menos informal (familiar o coloquial) cuando el interlocutor es una persona próxima o con la que tienes mucha confianza, y más formal cuando, por ejemplo, estés con un desconocido, una autoridad o en un contexto más formal. O sea, debemos acomodarnos a la situación comunicativa.

2.1 El texto y la intención o situación comunicativa

La situación comunicativa se refiere a:
- Quien habla (emisor)
- A quién (destinatario o receptor)
- Para qué (mensaje y propósito)

El registro al hablar o escribir debe adecuarse a la situación comunicativa.
Puede ser:
- Formal (Clases, Conferencias, Debates, Mesa Redonda, Cartas a una Autoridad)
- Informal (Entre amigos o amigas, padres –madre e hijos, etc.)

La Intención comunicativa se refiere al efecto esperado:
- Informar (noticias, crónicas)
- Divertir, entretener (cómic, textos literarios)
- Convence, persuadir (debate, juicio, comentario, publicidad)

Por lo tanto, las características de un texto dependen de:
- Situación comunicativa
- Intención comunicativa
- Registro.

2.2 Intención Comunicativa

Todo mensaje obedece a una intención, ya que hablamos o escribimos para algo; pedir, mandar, ordenar, agradecer, etc. Siempre hay una intención comunicativa que pone el emisor en el lenguaje hablando: la entonación, la lentitud para hablar, los gestos del cuerpo o de la cara nos ayudan a comprender la intención del habla.

En el lenguaje escrito, contribuye a entender esta intención del mensaje los subrayados, las palabras en mayúsculas o, si es un impreso, las letras en cursivas o negritas, y si en un diario o una revista, la intención la dan el tamaño de la información o de la foto, el lugar donde se ubica dentro de la página y del medio, etc.

La intención comunicativa va enlazada, algunas veces, a la connotación; se hace necesario en este contexto diferenciar los conceptos de connotación y denotación.


Denotación: se entiende por denotación el significado objetivo de una palabra; o sea, es el contenido puramente representativo y simbólico de un signo. Por ejemplo cama, examen, fiesta, etc.

Connotación: además de su significado objetivo, muchos signos representan otras situaciones, de acuerdo con experiencias, sentimientos y otros valores que vive una comunidad o grupo de hablante. Así un examen no es lo mismo para un alumno que para el examinador; ni una fiesta es igual para el invitado que para quien invita; de esta forma, no es lo mismo decir que los jóvenes estaban en la cama, que la guagua estaba en la cama. En ocasiones la connotación puede cubrir totalmente el significado denotativo, como ocurre especialmente en la poesía y en la comunicación coloquial o informal.

Polisemia: “muchos significados”, lo cual no implica necesariamente connotación. Por ejemplo “gigante”. Significa grande, gigante” Significa grande, o una persona de gran tamaño.


2 Lo real y lo ficticio en el acto comunicativo


Toda lectura de un texto es un acto comunicativo. Es decir, intervienen el emisor, el mensaje, el receptor, el código, el canal y el contexto o situación, la diferencia fundamental entre los discursos literarios y no literarios es el carácter físico que caracteriza la situación comunicativa literaria (narrador, lector, discurso y mundo representado) y el carácter real que tienen esos mismos elementos en la comunicación no literaria. Por ejemplo, en los distintos géneros periodísticos, cuya misión es comunicar e informar, en el caso del proceso enseñanza – aprendizaje los elementos son el profesor, el alumno, la información y la sala de clase.

Entonces, podemos concluir que:

La Comunicación es el acto o conjunto de signos mediante los cuales el emisor transmite al receptor una información, que en el caso del aprendizaje, debe ser comprendida por el alumno, para que luego pueda aplicarse en el saber hacer (desarrollo de destrezas y habilidades)
La información es el contenido del mensaje, es decir, la información consiste en llegar a saber algo que no sabíamos. El sentido de la información lo dan los signos - y los mensajes- , las imágenes, los sonidos, las palabras, los gestos.

Todos estos modos de comunicación se aplican en una situación precisa y recurren a un canal o medio determinado. Así, la diversidad de situaciones comunicativas establece gran heterogeneidad de textos: novelas, noticias, poemas, instrucciones, cartas, historietas, textos publicitarios, textos informativos, etc.

4. El Texto, un acto de comunicación


Al intervenir en una clase, tanto el profesor como el alumno, dentro del acto de la comunicación están produciendo un texto o un discurso que puede se tanto oral como escrito. Cuando se expone a través de la palabra escrita, estamos frente a la producción de un texto escrito (respuestas o pruebas; esquemas; redacción de información; expansión de ideas, etc.) si la expresión es oral, a través del habla estamos frente a producciones orales, tales como: debates, foros, paneles, mesas redondas, etc.

Entonces, tanto en forma oral como escrita, el discurso expositivo, es un acto de comunicación, un medio de intercambio de información y conocimientos. Asimismo, la comunicación es un proceso mediante el cual el emisor trasmite estímulos que tienden a modificar el comportamiento del receptor. Por eso, mientras más claramente enuncies expongas o argumentes tus ideas, más posibilidades tendrás de lograr tus propósitos. Las siguientes son algunas características de los textos o discursos expositivos u argumentativos.

Discurso expositivo: su fin es entregar información. La diferencia entre emisor y receptor, la da el grado de conocimientos de la información.

Discurso argumentativo: su fin es influir, convencer, persuadir. La diferencia entre los participantes de la situación comunicativa, está en sus puntos de vista, no en su grado de información. Sin embargo, saber sus puntos de vista, no en su grado de información. Sien embargo, saber más y estar mejor documentado influye en el objetivo final.

Situación comunicativa: puede ser formal e informal, privada o pública (conferencia, debate televisivo o parlamentario, discurso, artículo periodístico, etc.) De la relación entre emisor y receptor será el tipo de registro:
Familiar Periodístico
Académico o Técnico Literario


5.2 La ambigüedad del Lenguaje en un contexto comunicativo

A demás de la situación comunicativa, en ciertas oportunidades en contexto en que se produce la transmisión del lenguaje es importante. Esto porque la lengua castellana, como todos los idiomas, está expuesta al fenómenos de la ambigüedad comunicacional. Es decir, un determinado mensaje puede ser interpretado de diferentes formas, tener una carga de polisemia (dos o más significados) aunque el receptor de tales mensajes ni siquiera haya percibido la ambigüedad. Por ejemplo: “Toma este libro de Fuenzalida” “El vecino se cortó el dedo”, Arriendo casa” etc. En todos estos casos, es el contexto comunicacional el encargado de resolver las dudas aquí planteadas. Si el aviso de arriendo aparece bajo el ítem de “Arriendos ofrecidos”, si la persona con una herida en el dedo no le da importancia o si Fuenzalida es un conocido escritor, se clasifica la intencionalidad del anuncio. Ocurre también en los casos puramente fonéticos, como “Tráeme el chaleco de lana” (de Ana o de lana), “Voy apagar la luz” (¿a pagar o apagar?), donde la situación de los hablantes despejará la ambigüedad.

Incluso, palabras que son dichas o escritas de manera aislada, están rodeadas de un contexto determinado. Por ejemplo, el enunciado damas es una puerta un restaurante indica el baño de mujeres; si una persona levanta el teléfono, escucha, dice ¡no! Y cuelga, esta respondiendo a una pregunta o respuesta de su interlocutor.

5.3 El texto y su propósito comunicativo

Las partes de un texto siguen un cierto trazado por el autor y motivado por el propósito comunicativo lo que desea conseguir el lector o el auditor y el, contenido o sentido en general que se quiere trasmitir. O sea, la forma de estructurar un texto depende del efecto que deseamos producir en el lector, del tema en cuestión, etc. La estructura más común es: introducción, cuerpo del texto y conclusión, también llamados “informes” donde se le pide al alumno exponga ordenadamente en forma escrita, la información solicitada, en este caso, por el profesor.

La base del informe son los párrafos, que guardan entre si una relación y responden a un esquema inicial sobre el tema tratado, es decir, a una hoja de ideas y/o conceptual que debemos tragarnos imaginariamente primero, para luego llevarlo al papel, usando tanto el pensamiento divergente, como convergente y el método deductivo e inductivo. No olvidemos que el pensamiento (ordenador de ideas) es una actividad mental que procesa la información, que esta retenida, almacenada en nuestra memoria y que debemos capturar y evocar en el momento en que la requerimos.

Producto de lo recién expuesto es que se sugiere que al redactare una texto, deberíamos seguir el siguiente orden lógico, a través de nuestro pensamiento:

1.- ¿Qué tema deseamos comunicar y/o informar?
2.- ¿Qué información manejamos sobre le tema? (lluvia de ideas)
3.- Confeccionar un listado con esta información
4.- Seleccionar las ideas más generales y dentro de ellas las específicas (pensamiento deductivo)
5.- Eliminar ideas repetidas.
6.- Procurar ser muy precisos en el lenguaje utilizado, intencionando cada palabra redactada, que no vaya a ser entendida con el significado que no corresponde al contexto en que es tratada.
7.- Comenzar a redactar con coherencia y cohesión la información procesada.





Las características del texto depende de:



SITUACIÓN COMUNICATIVA: INTENCIÓN COMUNICATIVA:

Quien habla Efecto esperado:
A quienes Informar, convencer/disuadir
Para qué entretener/divertir.
Qué necesita




Coherencia y Cohesión


Para comunicarnos con sentido, existen dos elementos claves, que tienen por finalidad organizar a nivel mental y lingüístico la información que necesitamos procesar, ya sea por medio del habla o la escritura, en este capítulo, aunque sucintamente, se entregarán las diferencias de ambos elementos, como también su complementariedad ya que no pueden existir uno sin el otro, para hacer de una redacción (escrita u oral) un texto con sentido completo.

Para comunicarnos con sentido:
Coherencia y Cohesión
Mapa conceptual





La coherencia y la cohesión

Coherencia: Cuando los textos poseen un tema base y sus partes responden a una organización, estamos frente a una propiedad denominada coherencia y, como veremos, es atribuida a los textos por los principiantes en el proceso comunicativo. Un texto es coherente si soy capaz de concentrarle sentido y asignarle una organización a sus partes. Por ello, la coherencia es, ante todo un fenómeno mental. Si en mi mente puedo organizar la información del texto, entonces es coherente.

Cohesión

Te invitamos a leer el siguiente fragmento y a que juzgues si corresponde a un texto con sentido:

A Pepe le gusta jugar al fútbol. Ayer se me perdió el paraguas. Nadie sabe para quién trabaja. Las flores del campo son olorosas en primavera. Las cartas bajarán de precio la próxima semana. Antes de preparar la torta debe revisar que todos los ingredientes estén a mano. No supo qué hacer con el abrigo que le habían regalado.

Aunque cada una de las oraciones del fragmento anterior, se entienden y están construidas de acuerdo con las reglas del español, el conjunto que ellas forman no parece tener sentido. Difícilmente diríamos que estamos aquí ante el párrafo de un texto bien formado.
Una segunda característica de los textos expositivos es que ellos existen procedimientos lingüísticos formales, como el empleo de conectores o el uso de pronombres, los que facilitan el reconocimiento de la cohesión.
Esta segunda propiedad, que llamamos cohesión, corresponde a un fenómeno lingüístico. Si un texto presenta procedimientos formales que encadenan sus oraciones, tiene cohesión.
En síntesis, los textos tienen dos propiedades: coherencia y cohesión. A continuación estudiaremos la coherencia.

La Coherencia

La coherencia global: Para que una serie de oraciones tenga sentido global, es decir, constituya un texto bien formado, debe tener una tema central, corresponde a lo que alguien contesta cuando le preguntan de qué trata un libro, un artículo periodístico o una película. El siguiente párrafo es un texto con sentido:

Atrás quedaron la voz de los 80, y vuelvan las industrias, de los disueltos “Prisioneros”. Hoy la movida chilena está en otra. Han cambiando la temática de bandas nacionales y son pocos los grupos que pueden vivir de la música. En los 90 nos hacen bailar: Los Tres, La Ley, Lucybell, Los Tetas y Joe Vasconcellos, entre otros. Cada uno de ellos ha logrado encontrar su espacio y público.

Como ya habrás advertido, por lo general el tema central de un texto puede resumirse en pocas palabras. Para identificarlo, debes leer detenidamente y reflexionar sobre el contenido de lo que lees. Con frecuencia, los textos poseen ciertas claves o detalles que pueden ayudarte a identificar el tema. Los títulos, por ejemplos, normalmente sintetizan el tema central de un texto dado.

Tema Central

Cuando una secuencia de oraciones (un párrafo, el capítulo de un libro, un texto completo) tiene un tema central, se dice que es globalmente coherente. Observa que la coherencia global es una propiedad que los textos comparten con otros fenómenos realizados por el ser humano. Muchas veces las palabras no son necesarias para captar la coherencia. Este es el caso de las historietas mudas que aparecen en la sección “chistes” de diarios y revistas.

Así como las historietas recién mencionadas, las películas, las clases e incluso las acciones de las personas resultan globalmente coherentes cuando encontramos que se ajustan a un tema o plan central. Por ejemplo, analicemos las siguientes acciones:

1.- Una persona parada en la esquina de una calle.
2.- Un bus se aproxima.
3.- La persona hace detenerse al bus.
4.- El bus se detiene.
5.- La persona se sube al bus.
6.- Paga el pasaje.
7.- El conductor le entrega el boleto.
8.- La persona camina por el pasillo del bus y se sienta.
9.- El bus parte y se aleja.

Todas estas acciones se resumen en le tema: “Una persona viaja en bus”. Al asignarle un tema central a la serie de conductas que has leído, reconoces que la historia presenta coherencia global; en otras palabras que tiene sentido.


La Coherencia Local

Si comparamos estos dos textos podemos concluir que uno está mejor escrito que otro ¿por qué?

Texto “A”

Estalló una revuelta en el ejército. Un korasiano se abalanzó sobre su cabalgadura para ensillarla, pero puso la cabeza en la cola y dijo al caballo: ¡Cómo se te ha ensanchado la frente y cómo se te ha alargado la crin!

Texto “B”

Un Korasiano se abalanzó sobre la cabalgadura: ¡Cómo se te ha ensanchado la frente! Estalló una revuelta en el ejército. Quería ensillar el caballo. Dijo al caballo. Había confusión ¡Cómo se te ha alargado la confusión. ¡Cómo se te ha alargado la su crin! Puso la cabeza en la cola.

Por supuesto que, el texto “A” nos parece mejor que el texto “B”, más claro y ordenado. Esto ocurre porque los textos, además de tener un tema central, deben presentarse en forma clara y ordenada. En otras palabras, además de coherencia global deben tener coherencia local.

A veces, las relaciones de coherencia local se establecen mediante el uso de conectores: Amanda fue al doctor. Se sentía enferma. Observa que se establece la misma relación.

En síntesis la coherencia global y local son propiedades que nosotros reconocemos en los textos.

La Cohesión

Con el objetivo de facilitar el reconocimiento de la coherencia, quienes hablan o escriben emplean recursos que permiten ir encadenando las oraciones del texto. Como ya dijimos, la palabra texto viene del latin Textum, que significa tejido. Estos recursos son como los puntos que vas haciendo cuando tejes un chaleco.
Mientras la coherencia es un fenómeno mental, la cohesión, es decir, la red de relaciones explicitas entre oraciones, es un fenómeno lingüístico: Existen diversos tipos de cohesión, entre ellos el uso de conectores.

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